¡Bienvenidos, jóvenes lectores! Así que, hoy, sumergémonos en el mundo de los paisajes acuáticos, a los que llamamos acuicultura. ¿Te has preguntado alguna vez de dónde proviene tu pescado y mariscos favoritos? En realidad, esto se debe a que la mayoría provienen de granjas de acuicultura. Así que, ¡comencemos y descubramos más sobre ello!
La acuicultura pesquera ha crecido rápidamente en las últimas décadas, impulsada por el aumento de la demanda del consumidor por pescado y mariscos. La cría de peces (también conocida como acuicultura) es la crianza de peces y plantas en estanques, tanques o grandes recintos en el océano. Este tipo de agricultura nos permite obtener pescado y mariscos de manera más eficiente y sostenible que capturándolos en estado salvaje.
Una de las mejores cosas sobre la acuicultura es que puede ayudar a mantener nuestros océanos sanos. La sobrepesca y la destrucción del hábitat pueden dificultar que los peces salvajes prosperen. Practicando una buena acuicultura, al mismo tiempo podemos apoyar las poblaciones de peces salvajes y proteger el frágil ecosistema del océano. De esta manera, aseguramos que las futuras generaciones de niños aún puedan experimentar las maravillas del océano.
Las pesquerías en la acuicultura son dinámicas y mejoran constantemente. Se están desarrollando innovaciones para hacer que la cría de peces sea más ecológica. Por ejemplo, algunas granjas de peces utilizan sistemas que filtran el agua, lo que permite generar menos residuos y mayor protección ambiental. Otras granjas están experimentando con alternativas amigables con la Tierra para alimentar a los peces. El Futuro de las Pesquerías de Acuicultura — Lo que se ha hecho dará paso a lo nuevo
En general, la acuicultura tiene una gran importancia para la sostenibilidad. Esto significa desarrollar métodos para cultivar pescado y mariscos que sean sostenibles para el planeta y las personas que los consumirán. Muchas granjas de pescado también están certificadas por organizaciones como el Consejo de Manejo de la Acuicultura (ASC) o las Mejores Prácticas de Acuicultura (BAP), que establecen estrictas pautas para la sostenibilidad. Si compramos deliberadamente en estas granjas responsables, la industria de la acuicultura puede volverse más sostenible.