La acuicultura, para decirlo simplemente, es un método de cultivo de peces, camarones y otros animales acuáticos en entornos controlados: tanques, estanques, etc. Esto ayuda a proporcionar delicioso marisco a los humanos. La acuicultura tiene varios sistemas de gestión para asegurar que los animales estén sanos durante sus primeras etapas de vida. Este sistema es el sistema de cultivo.
En acuicultura, bienvenido a un sistema de cultivo, que es básicamente un sistema doméstico para peces y animales acuáticos. Esto puede incluir tanques, estanques, filtros y sistemas de alimentación. Ayuda a los animales a obtener lo que necesitan para que puedan crecer grandes y fuertes.
Un buen sistema de cultivo en acuicultura requiere cierta consideración de las necesidades de los animales. Esto implica proporcionarles agua limpia para que naden, asegurarse de que tengan suficiente comida y protegerlos de los depredadores que podrían querer comerlos. Los principios de la acuicultura son similares a los de cualquier granja, por lo que los agricultores que tienen éxito con el ganado en tierra se adaptarán con éxito a esta nueva empresa.
Los sistemas de cultivo en acuicultura son muy sensibles a la calidad del agua. Los animales necesitan agua limpia para mantenerse sanos y crecer. Eso significa que los agricultores deben asegurarse de que el agua en sus tanques o estanques no esté demasiado sucia. Utilizas filtros y monitorea el agua regularmente para lograr esto.
La tecnología que usamos está en constante cambio, y la acuicultura no es una excepción. Nuevas herramientas que ayudan a los granjeros a cuidar mejor de sus peces y otros animales acuáticos. Algunos granjeros, por ejemplo, utilizan sensores para monitorear la calidad del agua, mientras que otros usan alimentadores automáticos para asegurarse de que los animales reciban cantidades suficientes de comida.
El medio ambiente es otro factor a considerar al criar peces y otros animales acuáticos. Y los desechos generados allí pueden filtrarse al agua, donde pueden ser dañinos para otras plantas y animales. Buenas prácticas agrícolas también pueden ayudar a proteger el medio ambiente, por ejemplo, reciclando el agua y utilizando métodos naturales de control de plagas.