La acuicultura es como una especie de granja o pesquería bajo el agua donde los humanos cultivan peces y otras criaturas marinas. Es similar a tener un jardín, ¡pero bajo el agua! Al igual que cuidamos los jardines en la tierra, al cultivar criaturas marinas, necesitamos cuidar el océano. Y aquí es donde la acuicultura ecológica viene en nuestro auxilio.
La acuicultura ecológica se centra en el cuidado del océano mientras se cultivan peces y otros animales marinos. Es como ser un buen amigo para el océano y todos sus habitantes. Podemos hacer eso practicando la acuicultura ecológica: podemos asegurarnos de no dañar el océano ni sus poblaciones de animales. También trabajamos para mantener el océano saludable y limpio. De esa manera, podemos seguir cultivando deliciosos productos del mar para que todos disfruten.
Es necesario ganar dinero, pero también es necesario trabajar por el medio ambiente. En la acuicultura ecológica, buscamos equilibrar la ganancia con la responsabilidad hacia la naturaleza. Eso significa que intentamos encontrar maneras de criar peces y otras criaturas marinas sin poner en peligro el océano. También aseguramos que el océano pueda ser un hogar adecuado para todas sus plantas y animales. Si somos responsables, podemos seguir obteniendo beneficios de la acuicultura, mientras también garantizamos que el océano mantenga un equilibrio feliz y saludable.
El océano es un rompecabezas gigante, y cada pieza depende de la siguiente. Hacemos acuicultura, ahora tenemos que asegurarnos de no arruinar el rompecabezas. Al hacerlo, podemos ayudar a proteger los ecosistemas que se encuentran en los océanos mediante prácticas de acuicultura más sostenibles. Eso significa que empleamos técnicas que no dañen el océano ni a sus habitantes. Por ejemplo, podríamos instalar redes especiales que permitan que los peces pequeños naden lejos, para que no se enreden accidentalmente.
Podemos hacer cosas en el océano, y a veces dañará el medio ambiente. Pero en la acuicultura ecológica, buscamos minimizar nuestro impacto en el océano. Podemos lograr esto consumiendo menos energía, produciendo menos residuos y utilizando menos productos químicos. De esa manera, podremos mantener bajo control nuestra granja submarina y mantenerla verde y limpia.
Con la acuicultura ecológica, estamos más saludables. Cuidar el océano también es cuidar de la Tierra. Esto nos permitiría comer mariscos frescos, mientras también aseguramos que nuestros océanos permanezcan sanos y prósperos. La acuicultura ecológica es como si el océano necesitara un gran abrazo, y a su vez nos dijera gracias por los peces y mariscos que nos alimentan.