La próxima vez que disfrutes una buena comida de mariscos, considera de dónde proviene tu pescado. ¿Sabías que algunos peces son criados en granjas como los pollos en lugar de nadar libremente en el océano? Este estilo de piscicultura en fábricas está en aumento, aunque conlleva algunas complicaciones.
Existe una preocupación generalizada sobre el impacto de la cría de pescado en granjas en el medio ambiente. Estas granjas producen residuos extensos que pueden contaminar el agua y afectar adversamente a otras criaturas marinas. También existe el riesgo de que las enfermedades se propaguen rápidamente en estos peces porque están tan juntos.
En estas granjas de peces, el marisco se produce en grandes lotes para que se pueda suministrar a los supermercados y restaurantes con pescado. Los peces a menudo son apiñados en tanques o jaulas donde tienen poco espacio para nadar. Reciben comida especial que les ayuda a crecer más rápido, y esto puede influir en su salud.
Comer pescado criado en granjas plantea riesgos para la salud. A ciertos peces se les dan antibióticos para prevenir enfermedades, y estos pueden estar presentes en el pescado que consumen los humanos. También puede haber sustancias tóxicas en el agua que consumen los peces, y estas pueden ser peligrosas para los humanos también.
¿Beneficiará técnicas mejoradas a la piscicultura? Otros creen que existen métodos más respetuosos con el medio ambiente y más saludables para criar peces. Las granjas de peces pueden reducir su impacto ambiental alimentando a los peces con ingredientes naturales como las algas y dándoles espacio para nadar.