La acuicultura industrial es una palabra elegante que significa cultivar pescado y otros mariscos a gran escala. ¿Alguna vez te has preguntado de dónde vienen todos esos peces en el supermercado? Muchos se cultivan en grandes granjas donde se crían en grandes tanques o estanques. ¡Veamos de cerca cómo se produce el marisco de producción masiva!
En la acuicultura industrial, se crían (grandes cantidades de) peces, desde salmón, tilapia hasta camarones, para satisfacer la alta demanda de pescado. Estos peces se mantienen en lugares especiales donde se les da comida especial y las condiciones adecuadas para crecer rápidamente. Es como un gran hotel para peces donde todo se hace para asegurarse de que los peces estén sanos y preparados para su venta a los clientes.
Producir grandes cantidades de mariscos es importante para alimentar a las personas en todo el mundo, pero también lo es hacerlo de una manera que no destruya el medio ambiente. La acuicultura sostenible significa no desperdiciar recursos y no dañar los hogares naturales de los peces. Significa que podemos seguir disfrutando de deliciosos mariscos durante muchos años sin dañar los océanos y ríos donde viven los peces.
En los últimos años, la nueva tecnología ha revolucionado la forma en que se cría el marisco. Los agricultores están actuando con inteligencia, para analizar la calidad del agua, alimentar a los peces de manera inteligente y desperdiciar menos. Estos cambios mejoran la producción de mariscos y benefician al medio ambiente mitigando los efectos de la acuicultura en los ecosistemas.
Un problema con la acuicultura industrial es el uso generalizado de antibióticos para mantener la salud de los peces y prevenir la propagación de enfermedades. Los antibióticos ayudan a mantener sanos a los peces, pero si no se administran con cuidado, pueden enfermar a las personas. No es solo la resistencia a los medicamentos lo que más preocupa cuando se trata de pescado y antibióticos. Por eso es crucial que los agricultores regulen el uso de antibióticos y que nosotros aseguremos que el marisco que comemos sea seguro y esté libre de gérmenes dañinos.
Con el consumo de mariscos en aumento y la sobrepesca más extendida que nunca, el futuro de nuestros océanos está en riesgo. El cambio climático, la sobrepesca y la contaminación son algunos de los obstáculos que debemos resolver si queremos hacer de la acuicultura sostenible una parte de nuestro futuro. Por el lado positivo, nuevas herramientas y una mayor apreciación del valor del enfoque sostenible ofrecen oportunidades para que la industria crezca y tenga éxito.