La cría intensiva de peces, o acuicultura, describe el cultivo de peces en un lugar específico con el fin de producir grandes cantidades de pescado. Este método está ganando popularidad ya que muchas personas desean consumir pescado. Por lo tanto, la cría intensiva de peces tiene sus puntos positivos y negativos que considerar.
Un atributo positivo de la cría intensiva de peces es que puede producir muchos peces. Esto también ayuda a satisfacer la demanda de más pescado. Cuando los peces se crían de manera controlada, los granjeros pueden monitorear la salud de los peces y cómo crecen con el tiempo. Esto mantiene a los peces sanos y los hace más apetitosos. Finalmente, la cría industrial de peces puede prevenir daños a los peces salvajes al proporcionar a los humanos una fuente alternativa de mariscos.
La cría intensiva de peces, sin embargo, tiene sus desventajas. Un problema es que puede causar contaminación por desechos de peces y alimento no consumido en el agua. Esto puede dañar el medio ambiente y contaminar el agua también. Los peces mantenidos en espacios reducidos son más susceptibles a enfermedades. Demasiados peces en un solo lugar puede ser estresante y dificultar su supervivencia.
Pero también hay formas de mejorar la manera en que se realiza la cría intensiva de peces a pesar de estos problemas. Una de ellas involucra sistemas de acuicultura de recirculación. Estos sistemas purifican y reciclan el agua para reducir los desechos. Esto es excelente para el medio ambiente. Otra opción son los sistemas de alimentación automatizados. Estos sistemas aseguran que los peces reciban las cantidades adecuadas de alimento en intervalos predeterminados. Esto puede acelerar el crecimiento de los peces y reducir el desperdicio de alimentos.
La sostenibilidad también tiene un lugar en la piscicultura intensiva. Y existen problemas relacionados con la sobrepesca para alimentos, el uso de antibióticos y productos químicos, y el daño ambiental. Los agricultores pueden ayudar a resolver estos problemas obteniendo alimento de manera sostenible, consumiendo menos agua y restaurando hábitats. Todo esto se puede lograr siendo sostenibles, contribuyendo a la longevidad de su negocio.
El impacto de la piscicultura intensiva en los ecosistemas acuáticos también merece consideración. Puede alimentar y financiar algunas de esas comunidades, pero también puede envenenar el agua local. Los desechos de los peces, los tintes dimensionales y otros contaminantes pueden dañar la calidad del agua y las criaturas que viven en ella. Los agricultores pueden mitigar estos impactos implementando buenas prácticas de gestión de residuos, probando la calidad del agua y usando menos productos químicos.
La cría intensiva de peces está mejorando gracias a nuevas tecnologías. Por ejemplo, los sensores permitirán a los agricultores verificar la calidad del agua y la salud de los peces más rápidamente. Esto permite a los agricultores tomar mejores decisiones. Además, los científicos están investigando si podemos criar peces resistentes a enfermedades, para que estos peces no requieran tantos antibióticos. Otras innovaciones: drones para monitorear las poblaciones de peces y sistemas de alimentación automatizados para dispensar comida a los peces.