¿Alguna vez has pensado de dónde proviene el pescado que tienes en tu plato? Gran parte del pescado que consumimos proviene del océano, pero existe una manera más amigable con el planeta de cosechar mariscos: la acuicultura. La acuicultura es como criar peces, pero en lugar de hacerlo en la tierra, los peces se crían en estanques o tanques, o se crían en el océano en una zona específica.
La acuicultura terrestre (cria de peces en sistemas basados en tierra) es una frontera en rápido crecimiento en la acuicultura, revolucionando nuestra cadena de suministro de productos del mar. A diferencia de los peces criados en el océano abierto o en granjas oceánicas, estas granjas terrestres utilizan tanques, estanques u otros sistemas de agua dulce/recirculada en tierra. Esto tiene varias ventajas, incluyendo ayudar en el proceso ambiental y que el pescado es más saludable y sabroso.
La acuicultura terrestre tiene un enorme potencial para abrir caminos para el cultivo de alimentos. Criar peces en tierra nos permite controlar el agua, la alimentación y el entorno de los peces. Esto produce peces más sanos que están protegidos de las bacterias y enfermedades presentes en la naturaleza.
Las razones clave por las que la acuicultura basada en tierra es mejor es que nos proporciona peces más saludables. Al criar los peces en su propio entorno controlado, los agricultores pueden asegurarse de que estén libres de bacterias ni contaminación que puedan estar presentes en el océano. Esto significa que cuando comes pescado de una granja terrestre, puedes saber que estás comiendo un pescado que es seguro y saludable para ti.
La acuicultura basada en tierra redefine la cría de peces como más sostenible. No solo ahora podemos cultivar peces de una manera que ayuda a la Tierra, en lugar de capturar peces en estado salvaje, lo cual daña el océano y las poblaciones de peces. Esto protege nuestros océanos y la vida marina, pero también asegura que haya peces para disfrutar durante muchos años venideros.