La acuicultura doméstica es sumamente importante para ayudar a alimentar a multitudes. Con el aumento de la población mundial, necesitamos mucho más alimento para asegurarnos de que se satisfaga cada apetito. La acuicultura es un tipo especial de agricultura de mariscos en el agua, que pueden ser peces, camarones y ostras. Es como un jardín, pero en lugar de sembrar vegetales en la tierra, siembras deliciosos mariscos en el océano o en tanques.
La acuicultura es muy importante; es responsable de la disponibilidad de alimentos. Cultivar productos del mar a través de la acuicultura nos permite producir una mayor cantidad de alimentos en un espacio más pequeño, lo que facilita alimentar a más personas. Con el aumento de la población mundial, necesitamos nuevos métodos para asegurarnos de que todos tengan suficiente comida, y la acuicultura es uno de los componentes clave.
Pescar todo nuestro marisco en el océano puede ejercer mucha presión sobre la vida marina. Más personas quieren comer mariscos, y debemos ser cuidadosos acerca de cuánto quitamos del océano. La acuicultura hace esto criando mariscos en lugares seguros, permitiéndonos disfrutar de deliciosos mariscos sin dañar nuestros océanos ni las criaturas marinas.
Sin embargo, la acuicultura no se trata solo de proporcionar alimentos; crea empleo y contribuye a las economías locales. Al igual que cuando las granjas de acuicultura crían mariscos, requieren personal para supervisar los peces y mantener la operación. Proporciona trabajos para las personas locales y ayuda a que la comunidad prospere.
El marisco es rico en proteínas, las cuales nuestro cuerpo utiliza para hacernos más fuertes y también mantenernos saludables. Permite que el marisco sea cultivado de manera responsable, proporcionando un suministro constante de proteínas saludables. Por lo tanto, nos permite poder comer deliciosos mariscos mientras aseguramos que estamos obteniendo los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para estar saludables.
Hay muchas plantas y animales que viven en nuestros océanos, de los cuales debemos ocuparnos. Podemos reducir la presión marítima sobre nuestros océanos y ecosistemas mediante la cría de mariscos a través de la acuicultura. Esto protege la vida marina y asegura que nuestros océanos permanezcan sanos para las generaciones venideras.